
12 MOTIVOS PARA ESCRIBIR MI LIBRO
Escribir un libro tiene amplios beneficios, tanto en el ámbito profesional, como en el ámbito personal. Sin embargo, casi siempre pensamos en los más obvios: darme a conocer, explicar mi producto o como una extensión a mi servicio.
Aquí te presento doce razones, algunas de ellas que quizá no esperabas, para que te animes a escribir tu libro:
Primero empecemos con los de valor profesional:
1. Te otorga visibilidad. Sirve para aumentar tu visibilidad y autoridad. Puedes llamarlo autoridad, marca personal, branding, fama… llámalo como quieras, pero a partir de escribir un libro tu voz y tus opiniones tendrán más peso y la gente te verá como un experto en tu campo.
2. Te diferencia frente a la competencia. Tus pares, competidores y semejantes en tu ramo comenzarán a preocuparse. Y los clientes empezarán a fijarse en el tipo que, no solo me ofrece algo interesante, sino que además tiene un libro sobre eso. Pregunta retórica: ¿cuántos de los que admiras o tienes en tu lista de contactos (clientes, proveedores, ejecutivos) ha escrito un libro? ¿Has notado que les llaman más a ellos que a los que no han escrito nada?
3. Te construye una marca personal irrefutable y prestigiosa. Hoy en día, la Marca Personal es muy importante. La gente ya no se deja llevar solo por el producto o servicio, quiere conocer a los que están detrás de él. Ya no compra algo solo porque es barato, útil o bonito, compra lo que le gusta porque conoce a quien lo vende u ofrece. Busca al que está detrás y le ofrece seguridad en lo que compra. ¿O acaso Iphone sería lo que es si no hubiera estado detrás Steve Jobs? ¿Y los coches Tesla con el icónico Elon Musk? Por cierto, los dos ya tienen libros.
4. Te aporta posicionamiento y autoridad. Un libro te da reconocimiento y autoridad. Te vuelve un líder o referente de tu sector.
Un libro te puede convertir en un ponente invitado a charlas, conferencias y mesas redondas. Tu opinión comienza a contar. Los medios se interesarán por tu trabajo y te llamarán para artículos o entrevistas.
Pero cuidado: si logras autoridad, tu libro debe reflejar esa importancia.
Debes escribir asuntos que estén respaldados, con pruebas y argumentos que fortalezcan lo que dices.
Serás autoridad, pero con argumentos detrás. De otra forma, te convertirás en un charlatán. Y creeme: no te gustará eso.
5. Impulsa tu carrera. Un libro te abre nuevas oportunidades que ni siquiera imaginabas. Puedes lanzar un proyecto emprendedor o impulsar el que ya tienes.
Puedes, incluso, ingresar a otras áreas que no habías imaginado. Por ejemplo, escribes un libro sobre terapias orgánicas para recuperarse de adicciones. A un emprendedor le gusta y te pide que cooperes con él para poner un vivero o granja con productos naturistas. ¡Y tú serás el experto asesor y, muy posiblemente, socio!
6. Se generan otros productos. Un libro, además, es un gran punto de partida para otros infoproductos que te pueden generar ingresos pasivos. Tu libro puede generar un taller o curso especializado, una conferencia magna o hasta un programa de televisión o radio. Hay muchas formas en que tu conocimiento plasmado en ese libro llegue a más personas y las ayude con sus problemas. Y si no me crees, pregúntale a J. K. Rowling: cuántas películas, series y videojuegos han hecho de sus novelas.
7. Atrae clientes. ¿Cuánta gente no ha comprado algo porque leyó sobre eso en un libro, artículo o revista? Tony Robbins publicó en 1983 su libro “Poder sin límites”, donde exponía su método de cambio personal. Tuvo tanto éxito que pronto estaba dando talleres para más de mil personas al mismo tiempo.
Su libro solo le sirvió para llegar a más gente, para que lo conocieran y comenzaran a asistir a sus talleres.
8. Focaliza y clarifica tu futuro profesional. Un libro te ayuda a enfocarte en lo que te gusta y apasiona, porque reflejas ahí todo lo que sabes y deseas compartir. Es como un faro que colocas en la distancia y que te sirve para no perder el rumbo. Al estar escrito tu conocimiento, puedes volver y volver para corregir tu rumbo, mejorarlo y progresar.
Además, al estructurar tus ideas y plasmarlas en un libro defines tu propuesta de valor única. Y, lógico, te hace destacar y diferenciarte de la competencia.
Ahora, los de valor personal:
9. Genera confianza en tu persona. Te voy a pedir algo: crea una imagen de ti viendo tu libro terminado. Después de meses o años, por fin está completo, frente a ti. Primero, llénate de orgullo por lograr el reto que te habías propuesto: tu sueño cumplido. Segundo, felicítate por pertenecer al 20% del mundo que tiene un libro personal. Ese enorme reto de terminarlo ya te ha generado un profundo aprendizaje: has logrado organizar ideas, a estructurarlas, a darle forma a tus pensamientos en palabras coherentes y lógicas, a saber pasarlas a un papel y que tengan sentido para otros. Ya estás en un estatus de experto y con más confianza en ti mismo. Has terminado un viaje de descubrimiento y autoconocimiento. Y te has dado cuenta de que, al otro lado de la montaña, continua el camino, que no has terminado.
Eso se llama crecimiento personal y profesional. Descubres que ya no eres el mismo y que tu libro te ha marcado como parte de una élite en el mundo: la de los autores.
10. Refuerza y proyecta tu conocimiento especializado. Puedes saber muchísimo de un tema, pero, cuando te sientas a investigar para escribir un libro, siempre vas a aprender algo nuevo. Te das cuenta de que solo has escarbado la punta de un iceberg de conocimiento. Eso te lleva a investigar más, y a consultar las novedades en tu ramo, y las investigaciones más actuales; y aprenderás más de tu sector y, ¿sabes qué?, te convierten en un EXPERTO, con mayúsculas, en tu área. Porque eso es lo que ocurre, vas y vas aprendiendo, te vas empapando en lo que eres bueno. Y eso se reflejará en lo nuevo que hagas.
11. Organiza tu discurso para hacerlo más comprensible. Cuando te sientas a escribir tu libro, te obligas a darle un orden a tus conocimientos. Es una habilidad que se aprende entre más se escribe. Es cierto, el primer libro será difícil (apenas estás entrenando a tu cerebro a seguir patrones), pero con la práctica verás los resultados: más claridad a la hora de exponer, más facilidad al comunicar tus ideas.
El simple hecho de elaborar un índice para decidir qué hablar primero y qué después, ya nos obliga a sintetizar, analizar, comparar, deducir, inferir y otras muchas habilidades que nos mejoran en la comunicación.
12. Inspirar y ayudar a otras personas. Esta la dejé, adrede, al final. Somos mejores, cuando ayudamos a otros. Yo puedo tener el mejor conocimiento del mundo, pero si no lo comparto, si no lo ofrezco a los demás, estoy perdiendo mi vida… y quizá estoy retrasando el progreso del mundo.
Lo digo en serio. Imaginen a Albert Einstein que, cuando expuso por primera vez su Teoría de la Relatividad, nadie le entendió. Qué tal que se hubiera dicho: “¡Basta! Nadie me entiende, ¿para qué pierdo mi tiempo?” y que haya quemado ese manuscrito. La física, hoy en día, estaría retrasada en, al menos, cincuenta años. No tendríamos muchos de los inventos y novedades tecnológicas que nos hacen la vida más cómoda.
Tu libro tiene muchos conocimientos que otros necesitan. No solo a nivel profesional (herramientas, modelos, formatos o estrategias), sino también a nivel personal. Pensemos en el abuelito o abuelita que decide escribir sus memorias. Cuando sus nietos las lean (o un tataranieto, quizás) va a conocer el lado más humano de ellos y descubrirá todas las aventuras y hazañas que tuvieron que vivir para lograr lo que fueron. Aprenderá lecciones importantes, conocimientos que de otra manera se hubieran perdido y, con esa lectura, su abuelo o abuela trascenderá en la vida.
O quizá tu libro motive o logre la transformación de vida que alguien necesita, y que no la tendría si no hubiera leído tu libro. Ogg Mandino, el escritor de “El vendedor más grande del mundo” estuvo a punto de suicidarse porque no veía nada bueno en su vida, hasta que su vida cambió cuando leyó: “Actitud Mental Positiva: Un Camino al Éxito” de Napoleon Hill. Si Hill no hubiera escrito su libro, Mandino se hubiera suicidado y sus libros no habrían beneficiado a tanta gente como lo han hecho hasta ahora.
No creas que no tienes nada qué decir… mejor pregúntate: “¿qué tengo que decirle al mundo de lo que sé?”. A fin de cuentas, has vivido hasta este momento, te has defendido en la vida, con tus habilidades y destrezas, has forjado lo que tienes porque has hecho ALGO. Pues, sería bueno, que comuniques ese algo y que otros logren más con lo que les enseñes.